sábado, 21 de noviembre de 2009

La aguja oxidada y el dedal perdido




Ayer volvía a coger la aguja, que oxidada no traspasaba la tela. Cuando cogí la tijera para hacer unos cortes, mis dedos se volvieron torpes y ella se reveló haciéndolos desfilachados. Todo era un caos en mi cuarto de costura. El dedal ha desaparecido, creo que se ha cambiado de cuarto. Los hilos se habían enmohecido en el interior de una lata vieja. A la canilla de la máquina se le había ido el brillo del acero. Las telas estaban revueltas. Seguramente habían querido salir de sus cajas y se pelearon entre ellas... Los lápices se habían quedado aletargados y no marcaban la tela... Qué tristeza me dio ver que todo aquel mundo que tan vivo estuvo en un tiempo, ahora estaba triste y adormecido... Quité el polvo, engrase la máquina. Coloqué las telas. Ejercité mis dedos. Y me puse manos a la obra. Un nuevo proyecto!!! Después de tantos meses sin ánimos para coser, hoy lograba levantarme para hacer lo que tanto me gusta y había abandonado.
Pensando en los regalos de Navidad, se me ocurrió la idea de hacer un costurero de viaje. Así que previamente al desastre que me encontré después, comencé a buscar entre todos vuestros blogs ideas para hacer un costurero de viaje. Una idea de aquí , una idea de allá y aquí estoy manos a la obra...


En cuanto lo tenga acabado os lo enseñaré.

2 comentarios:

  1. Pues adelante Natalia, espero ver ese costurero, sabes q a mí me encanta también coser, hago punto de cruz y medio punto, te enseñaré algunas de mis obras. Un abrazo guapa, me ha gustado mucho tu historia.

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  2. Si vieras como está el mio. Además de triste y desordenado hace un frio glacial. Ya no bajo si no es muy necesario (buscar un botón....). Tengo ganas de irme para volver a ponerlo todo en marcha.
    Besos

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